Las fiestas de la independencia. Con ellas se pretende crear un sentimiento de nacionalismo con el que debemos tener mucho cuidado. Pues quienes nos mandan darle culto a la patria y a tener nacionalismo han vendido al país a empresas transnacionales. Aquí en el pueblo hay una casa que tiene dos rótulos, en uno dice “cien por ciento nacionalista” y en el otro “cien por ciento Barcelona”, algo parecido con “el banco local del mundo” ¿qué les parece este nacionalismo? Por otra parte tenemos que ser honrados con la historia. Lo que pasó el 15 de septiembre de 1821 no fue la independencia de El Salvador, sino la independencia de Guatemala. El Salvador como república independiente nace en febrero de 1841, cuando se redacta y aprueba la primera Constitución de la República.
También debemos tomar en cuenta que la forma en que celebramos nuestra independencia es una burla a la realidad en que vivimos, que difícil es rezar con la oración a la bandera las partes que hablan de la naturaleza y dice “fértiles campiñas, ríos majestuosos, soberbios volcanes, cielos de púrpura y oro”, pero nuestros ríos están altamente contaminados, hemos destruido la flora y la fauna. Desde el inicio la oración a la bandera es una mentira, con ella decimos “Dios te Salve Patria Sagrada en tu seno hemos nacido y amado”, pero son miles de salvadoreños los que nacen en el extranjero, toda nuestra historia ha estado llena de emigración, destierros y guindas. Celebramos algo que no hemos tenido, ni tenemos ¡cómo engañamos a nuestros niños y niñas!
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