Según las estadísticas, El Salvador es uno de los países con mayor criminalidad en el mundo, pese a la política de mano dura. ¿Por qué no ha dado resultado esta estrategia?
Yo no creo que eso sea así. El Salvador es el país más exitoso en el combate a la delincuencia. Yo llegué en el 2004 al poder y había 13 muertos diarios y hemos reducido la cifra a entre siete y ocho muertos diarios. No es algo de lo que me sienta orgulloso, tenemos que seguir reduciendo los homicidios, pero nuestros planes nos han permitido casi desaparecer los secuestros y las extorsiones.
“Le agrego otro tema: el combate a las pandillas o maras. Tenemos ahí el plan ‘supermano dura’, del cual solo se habla de la parte represiva, pero incluye también el orden y respeto a la ley y captura de los delincuentes. Siete mil mareros están metidos en la cárcel desde el 2004 a la fecha.
“Hemos tenido que construir más cárceles, que invertir millones de dólares en más seguridad, pero le puedo asegurar que El Salvador es mucho más seguro hoy que hace cuatro años”.
El Salvador es hoy un país de renta media pero la mayoría de la población vive aún bajo la línea de pobreza, según organismos internacionales.
Cuando nosotros llegamos hace 18 años al poder (el gobernante partido Arena), los niveles de pobreza estaban en 64%. En 15 años hemos reducido la pobreza en 30 puntos porcentuales. Ahora estamos con un programa que se llama Red Solidaria, a través del cual hemos diseñado, junto con organismos internacionales, un mapa de la pobreza extrema, y es la que estamos combatiendo.
“Uno de los países que puede exhibir mejores datos de combate a la pobreza es El Salvador. Estamos en un 30 y resto por ciento, 17% de pobreza extrema severa, y el resto pobreza. Creo que al finalizar mi gobierno habremos bajado en cinco o seis puntos más.
“La pobreza va disminuyendo con inversión, electrificación rural, agua potable, mucha inversión directa a través del programa Red Solidaria que es un bono en educación y salud.
“El Salvador no puede ser visto como el país que era hace 20 años. Hoy es un país moderno, con el mejor sistema de carreteras de Centroamérica, con alta inversión en educación, salud, infraestructura; hemos celebrado tratados de libre comercio con muchos países, incluyendo Estados Unidos, hemos atendido a nuestros compatriotas en el exterior con un moderno plan, que lo maneja el viceministerio del Exterior y que ahora asesorará a Costa Rica en ese tema”.
Y ante cambio tan radical, ¿por qué sigue existiendo una alta emigración de salvadoreños?
Hay varios motivos por los que la gente se va a Estados Unidos. Uno es el de la reunificación familiar; otros dejan su empleo en el país y se van tras el sueño americano, pero en El Salvador hoy hay menos motivos para emigrar. La mayoría de salvadoreños emigró a Estados Unidos en la época del conflicto armado que dejó más de cien mil muertos.
¿Sigue siendo la economía salvadoreña altamente dependiente de las remesas provenientes de Estados Unidos?
No. Las remesas son importantes y no me peleo con ellas, son $3.500 millones y representan el 12% del PIB, pero nuestro principal ingreso son ahora las exportaciones, de las cuales el 70% va al mercado estadounidense y, en segundo lugar, el turismo. Por supuesto, los tratados de libre comercio han sido exitosos. El TLC con Estados Unidos ha sido ganar, ganar y ganar.
“Si no tuvieramos TLC con EE. UU. ese monstruo que es China barrería el comercio centroamericano, y una China que maneja una política hipócrita de apertura comercial y cerrazón política, de violación de los derechos humanos, como en el caso de los tibetanos. Yo he criticado mucho ese doble estandar. no puede ser que sean de derecha para el comercio y radicales comunistas para la política.
Entonces, no hay posibilidad de relaciones con China.
Mientras yo sea presidente, la relación será con Taiwán.
¿Cómo se prepara El Salvador para enfrentar la recesión en Estados Unidos?
Seamos o no socios comerciales importantes de Estados Unidos a través de un tratado, lo que le pase a ese país nos va a afectar porque es nuestro principal cliente y socio. Lo más importante es tratar de mantener las exportaciones, ser innovadores, creativos, abrir nuevos mercados, mejorar el mercado interno para que suba el consumo de los productos que fabricamos y ver en el mercado centroamericano una oportunidad de crecimiento. Un ejemplo son El Salvador y Costa Rica, que manejan un intercambio comercial de $400 millones.
Buscan El Salvador y Costa Rica “formar yunta”, debido a las diferencias con otros países?
Centroamérica está caminando junta. Más allá de sesgos ideológicos, yo me pongo de acuerdo con el presidente (Oscar) Arias; seguro mi pensamiento ideológico está muy cerca del presidente Arias. Me pongo de acuerdo con el presidente (Daniel) Ortega, de quien seguro mi pensamiento no está cerca, pero hay intereses superiores que deben prevalecer.
Costa Rica y El Salvador lideran la negociación regional con la Unión Europea. ¿Están uniendo posiciones para la discusión sobre la Corte Penal Internacional (CPI), a la cual Europa quiere que Centroamérica adhiera?
Somos un bloque sólido y vamos a ser fuertes ante los europeos en la medida en que estemos unidos. Le hemos dicho a Europa que queremos un tratado, pero se deben respetar nuestras particularidades y aspectos constitucionales de cada país. Hoy (ayer miércoles) hemos hablado con Arias de que nuestra aspiración es lograr que se mantengan los puntos centrales de la negociación y que logremos en el primer semestre del 2009 cerrar el tratado de libre asociación.
¿Se está poniendo difícil la Unión Europea en ese tema?
Siento que es normal, es una negociación y un estira y encoge. Si entramos respetando las particularidades de cada país llegaremos a un feliz acuerdo. Ellos dijeron que les agradaría que nos incorporáramos a la Corte Penal y nosotros no lo haremos, así como no lo harán Guatemala y Nicaragua porque venimos saliendo de una guerra (la Corte Penal Internacional juzga casos de crímenes de guerra y lesa humanidad).
Usted dijo el martes que la incorporación de Costa Rica a las instituciones centroamericanas es cosa de tiempos. ¿Cree que terminará reconociendo el Parlacen y a la Corte Centroamericana de Justicia?
Nuestra aspiración es que Costa Rica se integre a todos los organismos regionales, pero eso no va en detrimento de la buena relación. Si decide integrarse en un tiempo, qué bueno, si no, respetamos la decisión.
La izquierda y su partido muestran un empate para las elecciones salvadoreñas. ¿Cómo ve el panorama?
Creo que las elecciones las va a ganar Arena, estoy viendo un repunte interesante a su favor, y estamos a 11 meses de las elecciones. Seguramente tendremos una contienda reñida, pero los salvadoreños saben qué hemos hecho. Además, quieren un gobierno que no ponga en riesgo las relaciones con el mundo occidental y sea amigo de EE. UU. Y eso tiene una lógica: tenemos 2,5 millones de gente en ese país y la relación debe ser privilegiada, cosa que no garantiza el FMLN.
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